Querido
amigo. Me alegra volver a ver al Madrid en la final de la liga ACB,
llevamos 5 años esperando que volvierais a la cumbre del baloncesto
nacional, lugar en el que nosotros llevamos acomodados desde la
llegada de Xavi Pascual.
Nuestro
entrenador es una persona con carácter, de convicciones claras. No
le tiembla el pulso a la hora de mandar la estrella del equipo al
banquillo si realiza una mala defensa o premiarlo con más minutos y
jugadas de su interminable libro táctico si está haciendo un buen
partido. Sabe explotar las ventajas que surgen en un partido, los
imprevistos y variables que hacen que cada encuentro sea singular.
Único.
Xavi
Pascual ha conseguido una época dorada para el baloncesto azulgrana.
Algunos menosprecian o infravaloran su gran trabajo, el mismo que,
por otra parte, tanto valoran de otro entrenador de la casa que
recientemente acaba de abandonar el club.
Pero
no es necesario que la gente valore tu trabajo para obtener
resultados. Si trabajas duro y eres constante; primero llegaran las
victorias, luego los títulos y por último el reconocimiento.
Para
combatirlo os trajisteis al que, para muchos, era el mejor entrenador
de Europa, Ettore Mesina. Un rey que aquí se convirtió en vasallo.
Tan solo conseguisteis ganar 2 de los 11 partidos que disputamos.
Ahora
habéis optado por un entrenador sin pedigrí que en sus
enfrentamientos contra el Barça está sabiendo plantear mejor los
partidos, pero que, sin embargo, no sabe dirigir sobre la marcha, ni
cambiar el rumbo de su equipo cuando este juega mal. En definitiva,
no sabe conducir sus pupilos a la victoria en finales igualados
contra rivales de entidad.
Aquí
sí que os ganamos por goleada. Xavi Pascual maneja mucho mejor los
finales igualados. Decide con sus decisiones. En finales apretados
los partidos se ganan o se pierden dependiendo de la jugada que
ilustre la pizarra. Tengo ganas de ver, de nuevo, los conceptos
tácticos de Pablo Laso en un final igualado, ver como dirige a sus
jugadores... al abismo.
Tú
sabes mejor que yo, porque lo has sufrido en tus carnes, que el
Madrid adolece de una irregularidad en ciertas fases del partido que
el Barça no tiene. Si algo caracteriza nuestro juego es la
constancia, defender hasta la extenuación. No importa si llevamos un
+20 o un -20, nuestra defensa siempre es agresiva. Muy dura. Va a
asfixiar a vuestros estilistas. Vuestras estrellas son demasiado
jóvenes para lidiar con la presión que nosotros, como equipo, hemos
aprendido a manejar.
Recuerda
que somos la mejor defensa de Europa.
Si
bien es innegable que el Madrid ha dado un paso al frente esta
temporada. Ganasteis la Copa del Rey con total merecimiento, y en los
partidos de la presente temporada ha habido una igualdad que los
culés casi habíamos olvidado. Pero déjame recordarte que, si
obviamos el último enfrentamiento en el Palau, los anteriores 5
duelos fueron saldados con victoria azulgrana y, por si fuera poco,
con una diferencia media de 14 puntos.
Con
un equipo pequeño y los dos “Sergios” en pista habéis tenido
parciales muy favorables, pero tendrás que reconocer que la defensa
azulgrana está unos escalones por encima de la del Caja Laboral, y
nuestro arsenal ofensivo también es superior. Veremos como defiende
Sergio Rodriguez el pick & roll que juega el Barça cuando
Huertas esté en pista. Será interesante ver cuantas veces va a
pasar el bloqueo por detrás.
También
tienes que recordar que la liga que nos ganasteis (que lejos queda
¿Verdad?) Teníais el factor campo a favor. Este año, en cambio,
para poder coronaros como reyes del baloncesto español deberéis
sacar una victoria del Palau. Y esto es algo que lleváis tiempo sin
hacer.
Nuestra
plantilla está llena de jugadores veteranos, un equipo que permanece
fiel a un estilo definido, en el cual prima el colectivo por encima
de las individualidades, de “estrellitas” provenientes del otro
lado del charco. Las mismas que vuestros dirigentes trajeron a Madrid
para ayudaros a... bueno, a ganar un puñado de partidos de temporada
regular y el Top 16.
Sergio
Llull es vuestro estandarte, el jugador franquicia podríamos
llamarle. No tan sólo por su juego, sino por su carácter. Pero
seguramente estarás de acuerdo conmigo que ningún equipo tiene un
“anti-Llull” como sí tiene el Barça.
Victor
Sada está muy lejos de la calidad técnica de Llull, pero en cuanto
a capacidad atlética no tiene nada que envidiarle. Su defensa sobre
él será prioritaria. Si consigue realizar con éxito ese trabajo,
no sólo va a conseguir desactivar una de las mejores armas del
arsenal blanco, sino que además desconectaremos a uno de los pilares
básicos en los que el madridismo sustenta su proyecto. El carácter
de Llull empuja el Madrid a la victoria. Sin él a un nivel óptimo
no nos ganareis.
El
Madrid juega mejor con un equipo pequeño, con Velickovic o Singler
de falso cuatro. El Barça debe obligaros a poner vuestras torres en
pista, un juego más lento beneficia al Barça y perjudica al Madrid.
Debemos
ralentizar el ritmo del partido, cortar vuestros contraataques. Os
haremos jugar a nuestro juego. No os dejaremos correr.
Lorbek
tiene que incidir en la ventaja que va a tener sobre el falso cuatro
que pondrá Pablo Laso en pista, bien sea Velickovic, Mirotic o
Singler. Pues tenemos en él al ala-pivot más completo de la
competición. Tiene un gran juego en el poste bajo, un arsenal de
movimientos envidiable y una muñeca de escolta. Es capaz de anotar
por dentro y por fuera con una facilidad pasmosa. El Madrid tan solo
decidirá como quiere que anote, dependiendo del tipo de defensa o
jugador que pongan sobre él, pero no lo podrán detener.
Quizá
tengas razón y nuestros aleros no son en el Barça lo que fueron en
otros equipos. Pero a pesar de no estar rindiendo al nivel que
desearíamos, no considero que tengáis ventaja en el puesto de tres,
bien sea con Singler, Pocius o Carlos Suarez. Aunque es verdad que
Suarez suele hacernos bastante daño cuando juega contra nosotros,
acostumbra a hacerlo en los inicios de partido, en el final de los
mismos no es un factor determinante.
Además,
nuestro jugador franquicia, Juan Carlos Navarro, se crece cuando
juega contra vosotros. Su repertorio ofensivo es casi ilimitado.
Puede iniciar un bombardeo desde más allá del 6.75 o acercarse para
lanzar sus “bombitas”, para las cuales no hay intimidación que
valga. En sus incisivas penetraciones, si ve algún compañero libre,
prefiere doblar el balón, sobretodo si ve que su equipo carbura sin
sus puntos, dando el pase adecuado en el momento exacto para que sus
compañeros aprovechen el espacio que él mismo ha generado. Esa
tarea es simplificada por Vasquez y Ndong, cuando el Barça realiza
el pick & roll o bloqueos indirectos, pues son dos jugadores con
unos muelles extraordinarios que les permiten vivir por encima del
aro. Y esta, amigo, es una arma que vosotros desconocéis.
El
tema de la Navarro-dependencia o Navarro-sistema está muy manido ya.
Es normal que el Barça eche de menos al mejor escolta de Europa, al
MVP del pasado Eurobasket, cuando este no está o está renqueante.
Entonces
si, según tú, tenemos Navarro-sistema tampoco os deberá costar
mucho frenar nuestra ofensiva. Incluso Laso será capaz de defender
un sistema tan simple ¿no?... Veremos quien depende de quien.
Otro
jugador que os tendría que preocupar es Boniface Ndong, pues es
especialmente dañino. Tomic será muy buen atacante pero es una
madre en defensa y con él defendiéndolo, Ndong se pondrá las botas
cogiendo rebotes ofensivos y sacando ventajas en los 2 para 2.
Porque, a pesar de su longevidad, físicamente está mucho mejor
preparado para afrontar una serie a 5 partidos que el jovenzuelo
croata.
Ante
Tomic será la pesadilla de Pascual, sin embargo parece no quitarle
el sueño, pues a pesar de los buenos números que realiza contra
nosotros, pocas veces han servido para que ganaseis.
Por
último déjame decirte que nuestra plantilla es más veterana, que
no vieja, y en estas lides la experiencia te da alas, mientras la
juventud embarra los pies y agarrota las muñecas. Tenemos un equipo
veterano, la experiencia es un punto a sumar en nuestra ecuación. La
ecuación del éxito.
Hay
quienes disfrutan viendo al eterno rival humillado, como la
frustración y la impotencia se adueña de los jugadores y seguidores
blancos, pero, personalmente, prefiero un adversario que no sólo
reciba golpes, sino que también los reparta. Parece que este año
habéis dejado de ser nuestro “puching ball” para convertiros en
un rival que golpea e incluso es capaz de noquearnos. Ese es el Madrid
al que quiero vencer.
Espero
vivir una final intensa y competida y, a pesar de que sigamos colores
distintos, recordarte que compartimos un nexo en común. El amor al
baloncesto.
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