Los
Warriors se cansaron. Se cansaron de esperar y de perder.
No me deja de sorprender como tutearon al vigente campeón, la confianza con la que jugaron. En los últimos minutos del partido, vimos a un Jarret Jack crecido respondiendo a los triples de LeBron mientras Draymon Green (una elección 35 del draft) hacía errar, con su defensa, los últimos tiros del rey. Ese mismo dúo completó el regicidio.
El
equipo seguía estancado en la mediocridad desde aquel sueño
recordado aún por muchos. No podemos culpar a la franquicia ni a la
afición de falta de paciencia, Oakland ha perseverado en una idea de
juego que reflejase la idiosincrasia de la ciudad pero se ha dado
cuenta de que aquello, más que una idea, era un ideal.
La
dura realidad impuso a la franquicia la necesidad de un cambio;
confiaron en un jugador franquicia que nunca lo fue. Monta Ellis
progresó como Warrior, pero su techo estaba más cerca de lo que se
suponía. En su interior no dormitaba el corazón de un líder.
La
llegada de Mark Jackson no tuvo un efecto inmediato pues los cambios
requieren de un proceso, de que nuevos mecanismos engranen. El
traspaso de Ellis fue criticado, los fans no entendieron el
movimiento pero aquella decisión respondía a un cambio de
mentalidad, a un reseteo necesario.
Este
año los Warriors se han convertido en auténticos guerreros. La
determinación inyectada es una vacuna que Oakland desconocía pero
que, sin duda, está haciendo efecto.
Los
jóvenes guerreros de la ciudad dorada están madurando, y con ellos
su nuevo estandarte, Stephen Curry. Un líder renovado que ambiciona
devolver al equipo a un territorio que le ha sido vetado en
demasiadas ocasiones.
La
juventud de los nuevos Warriors es chocante con la madurez exhibida
hasta el momento. El equipo juega bien dentro y fuera, la pelota
fluye y se desplaza. Las posesiones son variadas y dinámicas y los
jugadores que salen a pista juegan con un mayor grado de compromiso.
Mark Jackson sabe las cualidades y limitaciones de los suyos; pide lo
que sabe que le pueden dar. El jugador juega confiado. Sin miedos.
Jackson
focaliza las bases de su juego en la defensa y el control del rebote.
El año pasado los Warriors eran el tercer peor equipo de la liga en
la captura del rebote; ahora son el cuarto mejor. En estas lides,
Jackson cuenta con un depredador: David Lee. Sus números están en
pleno auge, pero su aportación no es la única que se ha visto
incrementada esta temporada. Jugadores como Stephen Curry o Klay
Thompson también han subido el nivel, Barnes está haciendo méritos
para pelear el Rookie del año y suplentes como Jarret Jack o Carl
Landry se están saliendo. Los Warriors juegan confiados. Seguros.
Solo
así se puede entender lo que están haciendo. Solo así se puede
entender que tengan el mejor récord tras derrota (6-1) superando a
colosos como Miami, OKC o San Antonio. Solo así se entiende que en
su gira de 11 días ganaran 6 de los 7 partidos, su quinta plaza en
la clasificación o el 65.4% de victorias.
Las
dinámicas son importantes y empezar bien te permite valerte de esa
inercia inicial durante un tiempo. Pero llevamos más de un mes de
competición y el equipo, lejos de ralentizar su empuje, juega mejor
y gana más. En su viaje, los Warriors se han dado a conocer y se han
hecho temer. Doblegaron a un equipo que hasta su enfrentamiento
ostentaba un récord de 11 victorias en los últimos 13 partidos, el
equipo más en forma del Este: los halcones de Atlanta, fueron
abatidos.
No me deja de sorprender como tutearon al vigente campeón, la confianza con la que jugaron. En los últimos minutos del partido, vimos a un Jarret Jack crecido respondiendo a los triples de LeBron mientras Draymon Green (una elección 35 del draft) hacía errar, con su defensa, los últimos tiros del rey. Ese mismo dúo completó el regicidio.
Este
equipo tiene carácter ganador, mentalidad grande. Un concepto muchas
veces asociado con el éxito.
Os adelanto que este artículo tendrá segunda parte, pues quiero poner la lupa sobre su lider, Stephen Curry. ¡No os lo perdáis!
ResponderEliminarLo esperamos pues ;)
ResponderEliminarLastima de nuestra derrota en Sacramento, que nos ha dejado un mal sabor de boca.
Mañana hay que ganar a Charlotte y el sábado enfrentamos a los Lakers en el Oracle en un partido importante de cara a mantener distancias importantes con los rivales de PO.
Antes del partido con Sacramento ya eramos el equipo nº1 en rebotes. Somos duros, la defensa de pick&rooll ha pegado un subidon importante y controlamos en rebote. En ataque tenemos talento, tiro y alternativas. Ademas, Curry y sobretodo Lee están de dulce.
Te asocio a los recomendados del blog (blogroll) que la otra vez se me paso
R1Molano @LosGSWarriors
Te lo agradezco. Muchas gracias!
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