sábado, 12 de mayo de 2012

I believe (Baron Davis)



Era el cuarto partido de primera ronda cuando, en un contraataque flanqueado por Miller y Wade, el genial base californiano cayó para, quizá, no volver a levantarse. Baron Davis se desplomó. Su físico, cansado, no aguantó más.
Las lesiones, en especial de rodilla, le han acompañado ya desde la universidad. Esta temporada ha estado más en la enfermería que en la pista. Una hernia discal primero y problemas en los isquiotibiales más tarde no le han dejado rendir de la forma que el sabe hacer.
Compañeros y rivales pronto se dieron cuenta de la gravedad que supuso la caída. Un desgarro parcial de la rótula y desgarro completo de los ligamentos cruzados medial y anterior. Una lesión cuyo tiempo de recuperación se estima en 12 meses.

Así pues, con 33 años, Baron Davis podría haber dicho adiós a su carrera.
Los jugadores en el campo lo sabían. Carmelo y Stoudemire estuvieron a su lado hasta que la camilla se lo llevó. Amare incluso rezaba pidiendo que la lesión no fuese tan grave como parecía.
LeBron James encabezó los gestos de apoyo que Wade y demás jugadores de los Heat secundaron en el trayecto de Davis hacia los vestuarios. En ese momento la televisión sobre impresionó los números de su carrera (16.1 puntos, 7.2 asistencias, 1.8 robos) presagiando su final, un final que parecía advertir el mismo Davis. Quizá por eso cuando le sacaron de la pista reunió fuerzas para dibujar una sonrisa en su rostro, la misma con la que el dos veces All-Star irrumpió en la liga hace ya 13 años.


Toda gran historia tiene su comienzo y el suyo fue en Crossroads School, una prestigiosa escuela elitista donde coincidió con los hijos de algunas de las familias más pudientes de Santa Mónica. Su carácter, jovial y extrovertido, le sirvió para encajar en un mundo que no había sido creado para él.
Allí conoció a Kate Hudson, actriz con la cual aún le une una gran amistad pues ha asistido en algunos de sus partidos (sobre todo en su etapa en Golden State y Clippers). Además también es amigo, entre otras celebridades, de Jessica Alba. Sin duda son amistades que a todos nos gustaría tener...

En 1997 alertó a la nación de lo que en pocos años llegaría a la liga. Baron Davis ganó el concurso de mates del McDonald's All-American a pesar de ser el jugador más bajo de la competición.

Aunque recibió muchas ofertas, acabó decantándose por la universidad de UCLA. Él quería jugar en su casa, cerca de amigos y familiares. En los Bruins estuvo dos años y promedió 13.6 puntos y 5.1 asistencias.

En 1999 se presentó al draft, donde fue elegido en tercera posición por los Charlotte Hornets, justo debajo de otro base de características muy similares, Steve Francis.
En su primer año en la NBA salió desde el banquillo, pero en el segundo ya jugó los 82 partidos como titular. Con casi 39 minutos por partido promedió: 13.8 puntos, 7.3 asistencias, 5 rebotes y 2.1 robos. Unos números que, sobre todo en la faceta anotadora, crecieron en temporadas venideras hasta bordear, o superar, los 20 puntos por partido.

En 2002 participó en el Mundial con la selección americana, donde estuvo a la altura del equipo, decepcionante.
Ese mismo año visitó la mítica cancha de Rucker Park. Allí, en su asfalto, han jugado algunos de los mejores jugadores de la historia de este deporte. 
El californiano visitó Harlem para ganarse la admiración de todo el público que abarrotaba la pista y un apodo, Too Easy.
Baron Davis era un base todo terreno capaz de hacer muchas cosas en cancha, un gran defensor que robaba balones y ayudaba en el rebote como pocos bases en la liga podían hacer.
Tenía una fuerza y una explosividad descomunal que en conjunción con un talento difícil de igualar lo convertían en uno de los mejores bases de la liga. Con un juego a veces callejero, era capaz de anotar en cualquier situación y desde cualquier posición, y su visión de juego le servía para asistir y nutrir de alley-oops a sus compañeros.
Too easy ya saboreó las mieles de los Playoffs en su temporada Rookie y también los jugó, por partida doble, en el traslado a la ciudad de New Orleans. Pero donde realmente se convirtió en el rey de los Playoffs fue con Golden State en la temporada 2006-2007. En la mítica serie que les enfrentó a Dallas Baron Davis impresionó al mundo.


En los Warriors formó con Jason Richardson una de las duplas más temibles de la liga, un backcourt que aunaba explosividad, físico y talento.
En la temporada 2006-2007 Golden State contrató a Don Nelson, un entrenador con clara vocación ofensiva que instauró su concepto del “run&gun” a un equipo físico y, para nada, exento de talento. Jugadores como Stephen Jackson, Al Harrington, Monta Ellis, Matt Barnes o Michael Pietrus respaldaron al dúo estelar.
El sistema impuesto por Don Nelson consiguió que aquel grupo de jugadores explotaran sus cualidades, disfrutaran y hicieran disfrutar al mundo. Ese mismo año las puertas de la Golden Gate se abrieron de par en par para que el equipo liderado por Baron Davis entrará a la historia de la NBA y se instalara en el corazón de miles de aficionados que, como yo, vieron la proeza que aquel equipo consiguió.
Hasta aquel momento ningún octavo había conseguido batir al primero en una serie a 7 partidos. El lema de la ciudad “We believe” aniquiló a los Mavericks con un juego de posesiones cortas y contraataques que los destrozó. En ese conjunto flotaba el polvo de asfalto de las canchas playground. Con un espectáculo ofensivo pocas veces visto en una serie de Playoffs los Warriors despedazaron al mejor récord de la liga y a su flamante MVP, Dirk Nowitzki.
Más tarde el juego duro, incluso sucio, que Utah utilizó contra ellos en segunda ronda no les permitió avanzar. Pero aquel equipo ya había hecho historia, mucha más de la que consiguieron hacer sus verdugos.
En esos Playoffs Davis elevó sus números a promedios de 25.3 puntos, 6.5 asistencias, 2.9 robos y 4.5 rebotes. En esas series el MVP no jugaba en Dallas, el mejor jugador fue un “guerrero” que inscribió el nombre de su franquicia en la historia de la mejor liga del mundo con letras doradas.
Además, por si eso fuera poco, Davis se encargó de inmortalizar a Andrei Kirilenko con un mate para la posteridad.


El 10 de julio del 2008 firmó el contrato que le devolvía a su ciudad natal, los Clippers requerían sus servicios, pero decepcionó.
Allí sus números empezaron a decaer. Las lesiones que le han perseguido toda su carrera parecían estar alcanzando al veloz base californiano. Otro factor que contribuyó a su descenso numérico fue el juego de los Clippers, mucho más lento que el de Don Nelson. Así pues, con menos posesiones y menos tiros, sus números indefectiblemente tenían que bajar. 
Otra causa de la reducción anotadora fue la edad. Con 1.91 volar para machacar ante los 7 pies rivales conlleva un desgaste que el paso de los años acentúa y acelera mucho más en jugadores de ese estilo.

La temporada pasada fue traspasado a Cleveland a cambio de una primera ronda, Mo Williams y Jamario Moon.
En Cleveland, quizá vislumbrando el final de su carrera, recordó sus inicios. En su camiseta empezó a lucir el dorsal 85 en honor al número de la calle donde sus abuelos le criaron, la calle donde empezó todo.
Los Cavs hicieron uso de la clausula de amnistía y liberaron a Baron Davis que en el presente año fichó por New York Knicks ansiando volver a un proyecto ganador, su última oportunidad para volver a ser el grande que una vez fue. 
Baron Davis ha sido un buen compañero, una persona justa. Un injusto destino ha plagado su carrera de lesiones que han menguado su físico y rebajado su techo, pero que jamás han conseguido borrar la sonrisa de su rostro, el optimismo en sus palabras.

Ahora que el mundo que una vez asombró teme su retirada es cuando tiene que demostrar, de nuevo, que no hay nada imposible.



I believe.




3 comentarios:

  1. Recomiendo que mireis este video sobre la serie Warriors-Mavs del 2007 http://www.dailymotion.com/video/xqsvkw_warriors-vs-mavs-2007-playoff-highlights_sport

    La canción esta hecha a medida y ejemplifica lo que se vivió en esa serie.

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  2. Articulazo!! De verdad, da gusto ver como la gente ama este deporte.

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  3. Acabo de descubrir este blog, gran artículo. Te animo a seguir adelante.

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