Las
dos grandes economías del baloncesto español han medido fuerzas en
un duelo estelar. En este partido había en juego algo más que la
clasificación de la ligar regular. La rivalidad entre ambos es
eterna, pero en los últimos años los enfrentamientos eran demasiado
desiguales. Un clásico si no es parejo desluce demasiado. La
igualdad y la incertidumbre en el resultado son factores que en años
anteriores parecía haberse perdido. Muestra de ello son los últimos
5 enfrentamientos en el Palau Blaugrana, saldados todos con derrota
blanca y una diferencia media de casi 14 puntos por encuentro.
Pero
afortunadamente parece que la igualdad vuelve a emerger de nuevo
entre los dos colosos nacionales, y eso es bueno, muy bueno. La liga
les necesita, es triste, pero es así.
El
partido ha empezado con un dominador claro, el Madrid ha controlado
el tempo durante toda la primera parte y con el juego interior
azulgrana cargado de faltas el equipo blanco ha dominado la zona. En
la primera parte el Madrid ha gozado de mejor acierto gracias a un
buen movimiento del balón y a una mejor selección de tiro. Los
primeros 20 minutos han sido un calco de la última final de copa.
Pablo
Laso está consiguiendo lo que no consiguió el venerado Ettore
Messina, hacer madurar a un equipo joven y lleno de potencial, que en
los últimos meses empieza a dar buena muestra de lo que es capaz. Ya
ganó con todo merecimiento la pasada copa del rey y esta recortando
terreno al Barça.
A
pesar de la diferencia en el juego el marcador se mantenía con
diferencias mínimas al acabar la primera parte (42-48), gracias a un
triplazo, desde medio campo, de Juan Carlos Navarro.
Pero
en la segunda parte el partido ha cambiado, el Barça ha cambiado. El
equipo de Xavi Pascual ha subido la intensidad defensiva y eso ha
dificultado el juego interior y de penetraciones que el equipo blanco
había desarrollado en la primera parte. Así el partido se ha
mantenido en distancias que oscilaban entre los 6 y 10 puntos.
En
el último cuarto los azulgrana han ido secando esta desventaja hasta
ponerse por delante. A ello han contribuido, a parte de Navarro, que
siempre da su mejor cara frente al equipo blanco: Pete Mickael, un
enérgico Eidson, y sobretodo Victor Sada. Un base de escasa calidad
técnica pero con uno de los mejores físicos de la competición
desde el puesto de base. El único que se le asemeja en ese aspecto
es Sergio Llull (con un talento muy superior). Sada ha sido clave
tanto en defensa como en ataque, con sus rebotes ofensivos y un par
de asistencias a Boniface Ndong en segunda jugada.
Los
blancos han tenido la posibilidad de forzar la prorroga con un triple
de Sergio Rodriguez que ha tocado hueso. El resultado final ha sido
de 86-83.
Más
allá del resultado la mejor noticia es que los dos grandes
presupuestos de la liga parecen igualados en talento... Por fin.
Estos
playoffs prometen. Veremos que son capaces de hacer outsiders
como Bilbao, Caja Laboral o Pamesa para conseguir que sean
interesantes desde las primeras eliminatorias.
El
Barça gana pero el Madrid se acerca.
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