En
la sociedad que vivimos la seguridad es un valor en alza, necesitamos
saber que estamos protegidos, sentirnos a salvo.
Todos
los equipos de la NBA tienen un sistema de seguridad, pero, como todo
en la vida, hay unos mejores que otros. Existen pocos realmente
fiables, pero esa minoría son muy eficaces. Los ladrones que entran
en la zona sin permiso los conocen, y los temen.
Las
mejores marcas de seguridad hoy en día responden al nombre de Bynum,
Ibaka, Howard, Noah y, como no, el mejor producto defensivo de esta
temporada, Tyson Chandler. De este último voy a hablar.
Tyson
Chandler es un gigante de 2.16 cuyo cuerpo parece esculpido para el
baloncesto. Hay muchos jugadores altos en la liga pero muy pocos de
su nivel. A fuerza de trabajo se ha acabado convirtiendo en uno de
los mejores pivots de toda la NBA y el galardón como mejor defensor
de la temporada lo ratifica.
Algunos
dirán que sólo se ha aprovechado de la magnifica genética que ha
recibido y en parte es cierto, pero no del todo. Con su físico le
bastaba para jugar en la mejor liga del mundo, pero no para ser la
referencia defensiva que fue en Dallas y es en Knicks. Él quería
ser algo más y lo ha conseguido.
Chandler
se vacía por sus compañeros. Su defensa de ayudas es la razón por
la que ha recibido este premio y también es el motivo por el que
Dallas ganó el anillo.
Su
aportación defensiva fue tan importante como la de Dirk en ataque.
Chandler bloqueó tiros, provocó muchas rectificaciones y, sobre
todo, molestó a cualquier jugador que conseguía escabullirse de su
defensor o rompía la zona. Fuera quien fuera el que osara entrar en
la pintura sabía que allí se encontraría a la bestia.
Sus
compañeros se sienten seguros jugando con él, saben que si su
defensa no es buena o se despistan un instante el jugador que lo haya
superado se encontrará un escollo que, a buen seguro, no le será
fácil sortear. Chandler ha difuminado muchos errores de sus
compañeros, por eso se agradece tanto tener esa clase de jugador en
tu equipo.
El
año pasado jugadores muy habituados a las penetraciones acabaron
claudicando ante el rey de la zona. Estrellas como Westbrook, Wade o
LeBron sufrieron ante su poder de intimidación.
Chandler
tiene una agilidad marciana para su estatura y unos brazos enormes
con los que llega a todas las ayudas. Con Amare Stoudemire de
compañero tiene mucho trabajo en ese aspecto, pero no es nada nuevo
para Chandler. Su intensidad y defensa hacía falta en los Knicks.
New
York recibe 10 puntos menos de media esta temporada y todos conocemos
al culpable.
Quizá
hay quien piense que el premio se lo ha merecido más Ibaka, y por
números es así. Pero yo creo que ha influido, y mucho, lo que hizo
Chandler en los Playoffs pasados. Este año ha recibido un bonus del
premio gordo que ganó el anterior. La recompensa a un trabajo bien
hecho.
Los
mejores físicos del mundo le temen.
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