miércoles, 9 de mayo de 2012

Habrá batalla en la altitud de Denver


Los angelinos han recurrido a la épica para remontar una desventaja de 15 puntos mediados el último cuarto, pero no ha sido suficiente. Kobe no se ha podido vestir de Jordan y, a pesar de los 43 puntos conseguidos, ha fallado el triple que forzaba la prórroga. Con anterioridad también erró un par de triples que le hubieran servido a los Lakers para ponerse por delante, pero seamos sinceros, no hubieran llegado a esa igualdad final sin él.
Los de George Karl se han impuesto al equipo angelino y han merecido la victoria. Comenté en un artículo anterior que esta eliminatoria se decidiría en el juego interior, y así esta ocurriendo. En las dos victorias de Denver sus interiores (Faried y McGee), han ganado sus duelos en la pintura o, por lo menos, han conseguido reducir el desequilibrio hasta convertirlo en un factor no determinante. Eso no sólo es mérito de George Karl y sus pupilos, también es demérito de Lakers.
No puede ser que Ramon Sessions gaste más tiros que Pau o Bynum, los Lakers deben explotar su ventaja en la zona. La mayoría de puntos que consiguen en la pintura vienen tras penetración, Pau apenas postea y si lo hace es para sacar un fade away. Los Lakers no utilizan sus 7 pies como deberían. Jugando así benefician a los Nuggets.

Pero también debemos darle a Denver su mérito. Estos Playoffs los están jugando realmente bien y están recordando al Denver de principios de temporada. Para ello hay un responsable máximo, Andre Miller.
Jugadores de su visión escasean en la liga, los pasadores puros están en vías de extinción. Es una pena que el altruismo que tan bien representa Miller desaparezca. El veterano base de Denver (36 años) dio un festival en el Staples para ser baza fundamental en la victoria Nugget.
Él tomó la batuta para que su equipo tocara la mejor sinfonía posible. En los momentos decisivos no se arrugó y controló las pulsaciones de su equipo anotando y asistiendo (24 puntos, 8 asistencias). Su privilegiada visión de juego ha beneficiado muy especialmente a un pivot que está creciendo en Playoffs, Javale McGee. Un jugador de ese potencial físico se siente muy a gusto jugando al lado de un base como Miller. Andre sabe leer cada posición en pista, cada movimiento de compañeros o rivales. Sabe donde buscar la ventaja o como crearla, y decide lo que hay que hacer en cada momento con un porcentaje de acierto muy elevado. La virtud no está en el pase, está en saber verlo, y en eso Miller es un superdotado. 
Me gustaría saber vuestro parecer, pero a mi entender creo que ha sido un jugador minusvalorado durante toda su carrera, la NBA no ha sido del todo justa con su calidad. Por suerte George Karl aprecia a este tipo de jugadores, él si valora su talento.

Lo bueno de Denver es que, a diferencia de otros equipos, nadie se cree la estrella y por eso se hace un juego más grupal, más solidario. Los Nuggets se reparten la presión y la responsabilidad y eso les permite jugar más tranquilos, jugar mejor.


Denver juega con confianza. Si en Colorado consigue más, serán difíciles de batir en el séptimo.



1 comentario:

  1. Tienes razón, a mi Andre Miller siempre me ha parecido un base buenísimo, capaz de hacer lo que le pide un base, dirigir y anotar, aunque quizás se le haya minusvalorado por falta de espectacularidad. Un jugador que con su edad la temporada pasada fue capaz de anotar más de 50 puntos en un partido ya te habla de su calidad. Muy listo, sabe aprovechar muy bien su cuerpo y jugar al poste para anotar o asistir. Su tirito de media distancia a tabla un clásico. Lo que siempre le faltó fue lanzamiento de tres puntos, pero a pesar de todo cuando se retire podrá presumir de haber hecho una más que decente carrera.

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