Hace casi un mes que empezaron los Playoffs y la batalla continua. Los más fuertes se imponen a los débiles, y, sea justo o no, la fría competición se encarga de apearlos del camino de la gloria uno a uno. No importa su rendimiento en la presente o pasada temporada, importa el aquí y el ahora, y tanto Chicago (mejor récord de la regular season), como Dallas (vigentes campeones), ya han caído.
Los osos han recibido un zarpazo inesperado y los focos del Staples dejarán de iluminar a más estrellas esta temporada. Los Playoffs son tan exigentes y egoístas que sólo les importa lo que haces en ellos.
Los Playoffs son territorio corrosivo, y en él el desgaste es enorme. Las heridas que han causado a algunos equipos han sido mortíferas (Chicago). Otros, aunque tocados, resisten (Miami/Boston), mientras que a los caídos les quedaran cicatrices que no desaparecerán (Lakers), o una experiencia, la del sofocante ambiente que ahí se respira (Indiana/Clippers).
Pero por encima de esas batallas se erige un púgil invicto. Un noqueador insensible a los golpes del rival, que aún no ha sido tumbado y que imprime un ritmo de golpes imposible de aguantar por el contrario. Hablo de San Antonio.
El gigante de Texas ha aprovechado el lockout para despertar, y esta aplastando a cualquier rival que se interponga en su camino. Lleva los mismos harapos de siempre, pero este año tiene las piernas más frescas, descansadas y jóvenes.
Los Spurs nunca han sido un referente de juego espectacular, rápido o vistoso. Pero el encorsetado juego de Gregg Popovich parece haberse aflojado con los años. El rigor táctico que antaño exigía en ataque maniataba a dos talentos espontáneos como Parker y Ginobili haciéndolos más previsibles, más terrenales. La cierta liberación que Popovich aprendió a darles benefició a los Spurs.
Dos elecciones tardías (Tony Parker 28º , Manu Ginobili 57º) formaron junto a Duncan una dinastía.
Este dato es muy útil para apreciar la mejora en anotación que obtuvo San Antonio como resultado a la controlada libertad que Popovich les dio. Fijaos:
Temporada Puntos por partido
2002-03 95.8
2004-05 96.2
2006-07 98.5
Su media de puntos ha ido in crecendo año tras año hasta llegar a los 103.7 puntos que promedia en la presente temporada, 8 puntos de diferencia respecto a la 2002-03. Los Spurs han sido el segundo mejor equipo de la liga en anotación, sólo superados por Denver. Pero, a diferencia de los Nuggets, el número de puntos que permiten al rival es mucho menor, concretamente 96.5 .
Sin duda, los Spurs practican un juego mucho más vistoso que la mayoría de equipos del Este, pues 6 de sus 8 clasificados no llegan ni a los 90 puntos por encuentro en Playoffs mientras que los Spurs tienen una media de 102.5 .
San Antonio está siendo un rodillo con sus rivales y, pese a quien pese, es el equipo más anotador que queda en liza.
En las tres temporadas aquí mencionadas fueron campeones, y lo fueron con el mismo tridente que tienen ahora. Son más viejos, pero no lo parecen.
A la vieja maquinaria de siempre han engranado a un par de jóvenes con talento y sacrificio que se han adaptado a la perfección al exigente sistema (en especial para los novatos) de Popovich, y han repescado jugadores que otros equipos ningunearon, como Stephen Jackson o Boris Diaw. San Antonio tiene una profundidad de banquillo envidiable, el arsenal más extenso y variado de la competición. Por eso están invictos.
Pero el próximo aspirante tiene mucha hambre. El contrincante con el que se van a enfrentar ha vencido en primera ronda al vigente campeón y en segunda al anterior. Ahora el mata-gigantes quiere acabar definitivamente con la dinastía que hicieron tambalear los Grizzlies. Una dinastía que este año ha resurgido con poder renovado, con el mismo que antaño fue temido y odiado.
El oeste está listo para proclamar un nuevo campeón. Pronto, muy pronto, mediremos la fuerza de sus puños.
Que dé comienzo el primer asalto de una serie que, esperemos, sea recordada.